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«Pienso que el trabajo poético es un recorrido solitario»

Entrevista a la poeta Paola Gallo

Publicado: 2014-10-07

Por: Mario Pera


Hace algunos días tuve ocasión de entrevistar a la poeta uruguaya Paola Gallo, quien vendrá a Lima este mes para presentarse en el marco del V Festival de Poesía de Lima, que se realizará en distintos lugares de la capital entre los días 15 y 19 de octubre.


Gallo estudió Letras en Montevideo y, actualmente, se encuentra cursando un doctorado en Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana de México, país en el que reside desde hace algunos años. Además de poeta, Gallo se ha desarrollado en el ámbito de la creación literaria como ensayista, vinculando las obras de los poetas argentinos Alejandra Pizarnik y Osvaldo Lamborghini; así como, en general, dando una nueva mirada al rol de "lo femenino" en lo cultural y, en específico, en la tradición de la poesía erótica femenina en su país de origen, Uruguay.


Asimismo se ha desarrollado en el ámbito de la gestión cultural, trabajando en el Centro Cultural de España (Montevideo), y como coeditora de la revista cultural La Azotea

Compartimos aquí la entrevista a esta joven poeta.


1.  Paola, te licenciaste en letras en la Universidad de Montevideo, por lo que te acercaste a la literatura desde muy joven. ¿Ese primer vínculo con la literatura fue directamente con la poesía? ¿En qué momento te decides por la poesía como el registro literario desde el que te quieres expresar?
Sí, desde el comienzo tuve claro que por allí iría el viaje. Aunque desde la infancia nos leen, leemos más prosa que poesía —los cuentos que escuchamos antes de dormir, los que después leemos escondidos en armarios y recovecos de la casa—siempre me atrajo un poco más ese plus que tiene la poesía, su doble registro de lucidez y encantamiento verbal. A partir de esos primeros flechazos me interesó estar siempre cerca de ella, rodearla como sea; pensarla, leerla, escribirla.
2.  En 2011 publicaste en Uruguay el poemario "Alimaña". Siendo la poesía un arte difícil de asir, que se escurre, que se escapa de las manos del poeta, ¿quizá la metáfora de la alimaña como la presencia del animal “escondido”, que se deja ver y se escapa por momentos, se vincula al modo en que sientes la poesía? ¿Cuál es la esencia temática de "Alimaña"?

Sí, es una posible lectura. Como recién te decía, a la poesía tenés que acecharla, la venís acorralando pacientemente durante días, observando cada movimiento rápido, hasta que se rinde. Todo ocurre en un solo parpadeo: la combustión, el único disparo y la presa tendida sobre el pasto. Y después, llega el ruido rastrero, el animalejo ladino en cuatro patas corre entre la espesura. Esa es la pulsación salvaje del bicho rojo.  

La palabra salió de un sueño, alguien me susurraba al oído: “Alimañññaaa”, y el sonido quedaba retumbando en medio de una oscuridad. Hasta hoy ese sonido sigue intacto, y he entendido con el tiempo que es el que detona en mí la escritura.

3.  Ganaste un premio en ensayo literario por el trabajo: "El decir de lo indecible: los rodeos del deseo en la obra de Alejandra Pizarnik". ¿Qué aspectos de la obra de esta poeta argentina resaltas en este trabajo? ¿Bajo qué nueva óptica o hallazgos has estudiado su obra?

El ensayo (que tuvo una fase inicial como tesis de licenciatura), propone la existencia de doble indecibilidad en la obra de Pizarnik. La primera, signada por el fracaso que experimenta su voz poética dentro de la apuesta por la palabra sanadora, estructuradora del sujeto, y la segunda, un impulso por desacralizar, por decir lo prohibido, en sus textos finales de prosa. Mi lectura, y ahí viene el amarre entre ambas etapas, es que a partir de la experiencia de esta primera imposibilidad se desata en la escritura de Pizarnik la segunda experiencia, un aquelarre de piezas sueltas, mezcladas con humor y obscenidad, en donde el fracaso poético es invertido como acto transgresor del lenguaje.

Más adelante, durante la maestría, seguí trabajando solamente sus textos en prosa, en tensión con la obra de otro maldito rioplatense, Osvaldo Lamborghini y su texto El fiord. Intenté emparentarlos en un mismo tropiezo permanente relacionado con el origen, la lengua materna, que en cada uno se encarna de manera distinta en revueltas identitarias. En Pizarnik, una orgía lingüística de su propia voz poética fracasada; en Lamborghini, una parodia política de los ideales de la patria.

4.  Asimismo, hace poco has realizado la ponencia “Con la otra voz en la carne”, sobre erotismo en la poesía de poetas uruguayas contemporáneas. El erotismo en la poesía escrita por mujeres, al menos en Perú, ha estado relacionado a la sexualidad femenina como un modo de rompimiento de los tapujos moralistas y religiosos que la sociedad impone a la mujer. ¿De qué manera varía la relación que encuentras entre cuerpo y voz en la poesía de estas escritoras respecto a la visión tradicional, cómo trasgreden esa visión? ¿Se puede hablar de una vertiente en la poesía contemporánea uruguaya que tiene el erotismo como punto de creación?
En Uruguay existe una tradición de poesía erótica femenina muy marcada, Juana de Ibarborou, Delmira Agustini, Idea Vilariño, Marosa di Giorgio, para mencionarte algunos nombres. Escrituras donde la mujer irrumpe deseosa y toma lo que necesita, consiguiendo con esto, claro, salirse de los roles culturalmente asignados a la figura femenina. Pero esto que te digo es una generalidad, hay que ir a cada universo y ver cómo se encarna ese llamado. Ahora, justamente, estoy trabajando los relatos eróticos de Marosa donde ese impulso erótico está teñido por una sensación de angustia, se siente la proximidad de un peligro inminente. En sus relatos de maravillas, por ejemplo, aparecen doncellas que son fagocitadas por animales salvajes. De este estado de angustia viene el tono de advertencia de muchos de sus textos. Una certeza de que se está transgrediendo una ley, ingresando en un estado salvaje.
5.  Vienes cursando un doctorado en Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana de México, donde vives hace 3 años becada por el gobierno de dicho país. Más allá de la educación que te brinda la beca, ¿qué otras posibilidades vinculadas a lo artístico, a la poesía, te da el poder contar con esta beca? Quizá el conocer poetas contemporáneos mexicanos, vincularte con el arte que se hace en otras regiones de Latinoamérica, etc.

He podido tomar talleres con poetas mexicanos que me han enriquecido y ampliado horizontes, claro, de todas maneras pienso que el trabajo poético es un recorrido solitario. La posibilidad principal para mí es la de estar lejos, construir una voz propia tomando distancia de mi lugar de origen. Esa experiencia se ha implicado en la escritura.

El libro de poemas que está a punto de salir acá en México, Ov Fab, habla de eso mismo, la partida geográfica que es caída al mismo tiempo y el nacimiento de la escritura como nido propio, como hogar, más allá del lugar de origen. México, por lo pronto, es un lugar muy generoso, lleno de estímulos, de maravillas y de dificultades, todo junto y mezclado, que para mí funcionan como un acicate para escribir.

6.  Has trabajado en el Centro Cultural de España en Montevideo y has sido coeditora en la revista cultural "La Azotea". ¿Cómo ves el nivel del periodismo cultural en Uruguay, en México? Tengo la impresión que existe cierto marasmo de la prensa por publicitar y publicar notas culturales y, más aún, literarias.
Trabajar en cultura te aporta otros aprendizajes. La experiencia de La Azotea fue durante la época de la licenciatura, hicimos este proyecto de revista cultural con un grupo de amigos, no duró mucho pero teníamos ilusiones, un ardor adolescente por decir y hacer cosas al que todavía hoy me aferro. Luego me formé y trabajé durante cinco años como gestora cultural en el Centro Cultural de España de Montevideo. Como te decía dejó muchos aprendizajes. Asumir la dificultad y buscarle la vuelta por donde salirse de ese marasmo que vos mencionás y que no es para nada nuevo. Sin ese espacio de resistencia que implica la cultura estaríamos más perdidos todavía.
7.  En relación a lo anterior, habiendo trabajado como coeditora de "La Azotea", ¿cuán difícil es sacar adelante proyectos culturales, promover la lectura y publicación de poesía en Uruguay, en México siendo un mercado mucho más amplio?
Bueno, justo ese fue el problema que tuvimos con La Azotea. Salirse del consumo fast food, de la propuesta masiva y crear o buscar un público que lea cultura, filosofía, poesía, en papel. Pero siempre hay excepciones, sorpresas, intento no ser tan dramática, sin ir más lejos ayer me escribieron unos chicos de Argentina que habían leído en un blog de poesía algunos poemas de Alimaña y querían leer más textos, saber dónde encontrar el libro. Ese entusiasmo también matiza las cosas.
8.  Entrando a una labor de promoción cultural, dirigiste un taller de poesía junto a Martín Cerisola en la Casa de los Escritores de Uruguay. ¿Cómo fue esa experiencia de motivar a la escritura, a la creación literaria? ¿Hubo quizá un feedback con los talleristas que haya repercutido en tu poesía?

Siempre hay feedback, y si no lo hay, estás en problemas, quiere decir que lo hiciste muy mal. Este taller en la Casa de los Escritores del Uruguay que dimos con Martín, un gran amigo y poeta de allá, se armó con adultos y adultos mayores, así que imagináte los fogonazos, me acuerdo de cómo declamaban algunos, de algunas anécdotas que nos contaron.   

Después acá en México, seguí trabajando en escritura creativa pero con adolescentes. Descubrí lo fascinantes que son, su creatividad está a tope, la necesidad que tienen de expresarse, de decir quién son. Ahora en el festival de Lima vamos a estar dando unos talleres en el Parque zonal Cápac Yupanqui, justamente para jóvenes, me gusta esa etapa, la frescura y la urgencia que tienen.

9.  Vendrás al Perú para participar en el V Festival de Poesía de Lima. ¿Qué expectativas tienes en torno al festival? ¿Conoces algo de la poesía peruana, algún poeta peruano que hayas leído y que te haya causado buena impresión?

Estoy muy feliz con esta invitación. Conozco Lima, pero siempre de pasada, así que me alegra poder quedarme unos días y conocer más a fondo esta ciudad que también tiene mar. Compartir ese tiempo con los demás poetas también me da mucha ilusión. El intercambio y la convivencia que se da siempre en los festivales es muy rico e intenso. 

Ah y vengo con otro propósito muy importante, no irme sin conocer Puerto Supe. Últimamente he estado leyendo la obra de Blanca Varela y no he podido salir de ahí.

10.  Finalmente, ¿algo más que quieras añadir Paola?
No, solo me queda ver cómo se llena Lima de poesía del 15 al 19 de octubre.
Biodata
Paola Gallo. Montevideo – Uruguay, 1980. Ha publicado en poesía: Alimaña (2011) y Ov Fab (de próxima aparición) y, en ensayo, El decir de lo indecible: los rodeos del deseo en la obra de Alejandra Pizarnik (2011).

Escrito por

Mario Pera

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Ruido Blanco

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