Premio José Watanabe Varas 2013
El ganador del premio es el poeta Diego Sánchez Barrueto, con el poemario "Se inicia un camino sin saberlo"
Por: Mario Pera
El presente 2013 se celebró una edición más del premio literario José Watanabe Varas, que organiza la Asociación Peruano Japonesa anualmente desde el 2005. El premio además, es alterno; es decir, un año se premia la categoría poesía y, el siguiente, cuento.
Pese a tener menos de una década de existencia, el premio José Watanabe ha cobrado una singular relevancia para las letras peruanas, ello pues nos ha revelado autores (narradores y poetas) de gran valor con obras que, sin duda, se encuentran entre lo mejor de la producción literaria peruana en estas últimas dos décadas.
Para nadie es un secreto que, en nuestro país, los premios literarios son escasos. He ahí la relevancia de los pocos que existen y que se mantienen en el tiempo, y no como resultado de un chispazo de "excentricidad" de su promotor. Y es que a veces me parece que la creación y promoción de concursos y premios literarios se percibe en el Perú como eso, una excentricidad o, peor, como una dádiva que algún funcionario decide otorgar, más aún, en el género poesía, olvidando la función de promoción cultural que le cabe al Estado, así como a las principales entidades privadas dentro de las varias aristas del ámbito de la responsabilidad social. Al menos, es mi opinión.
Por ello, es importante destacar premios como el José Watanabe Varas que, además, lleva el nombre de uno de los más reconocidos e importantes poetas peruanos de las últimas décadas.
Este año le tocó el turno al rubro poético, y el ganador del galardón del VIII Concurso Nacional de Poesía de la Asociación Peruano Japonesa - Premio José Watanabe Varas 2013, por unanimidad, fue el poeta Diego Alonso Sánchez Barrueto, por el poemario Se inicia un camino sin saberlo. Poemario que ganó entre los 154 manuscritos que fueron enviados al evento.
Debo decir que ha sido una sorpresa, una muy grata sorpresa, que él haya ganado este importante premio pues, pese a no ser un poeta desconocido, Diego Sánchez es quizás uno de los poetas de trabajo más silencioso pero constante. Fue uno de los principales promotores del grupo literario Sociedad Elefante, creado a inicios del nuevo milenio en las aulas de la facultad de Literatura de la Universidad San Marcos; tiempos en lo que participó, también, en el programa radial especializado en literatura La divina comedia, junto a otros poetas sanmaquinos. Por aquella época publicó Mitsuya Nicolás y otros poemas (2002) y, más recientemente, Por el pequeño sendero interior de Matsuo Basho (2009), este últimom un poemario enmarcado dentro de la tradición poética asiática, la que Sánchez ha hecho muy suya.
Con el poemario ganador del Premio José Watanabe 2013, Se inicia un camino sin saberlo, Diego Sánchez Barrueto vuelve a ingresar en la tradición lírica del lejano oriente. Se trata de un libro de aprendizaje en el que, a través de una conversación entre el maestro y su discípulo Mitsuya, este último se revela como el poseedor de una sabiduría poco habitual para su juventud. Sánchez elabora así su discurso, y lo envuelve en un tono lírico bien elaborado dando como resultado un poemario más que interesante. Para satisfacción nuestra, parte del premio contempla la publicación del poemario ganador, en el 2014, en coedición de la Asociación Peruano Japonesa con algún editorial del medio.
En esta ocasión, el jurado estuvo integrado por Carlos López, Marco Martos y Víctor Ruiz, quien ganó el Premio José Watanabe de Poesía en la edición del año 2011.
Debemos resaltar, que dicho jurado creyó conveniente destacar, en calidad de menciones honrosas, a los poemarios El laberinto ilustrado, de Jefferson Daniel de los Ríos Trujillo y La redención de davá, de Kreit Mayer Vargas Gómez.
Felicitamos desde aquí al ganador y a las menciones honrosas. Y esperamos que este premio continúe y tenga una larga vida incentivando la creación literaria nacional. Domo arigato Asociación Peruano Japonesa.
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